Símbolos de la Epifanía del Señor y lo que representan para nuestras vidas

Cada 6 de enero la iglesia católica celebra la primera manifestación de Jesús en la tierra, un evento que está rodeado de símbolos, como lo es la estrella polar o la estrella de David, brillando en el firmamento, marcando el camino hacia el Rey recién nacido y guiando a los Reyes, sabios de oriente. De igual manera, reconocemos como símbolo la perseverancia de estos por ir a ver al niño contra todo pronóstico, demostrándonos de esta forma la devoción y fe que le tenían a este.

En este artículo queremos abordar lo que ha significado para nosotros y la iglesia la epifanía del Señor, su primera manifestación, y cómo durante todo el relato de Mateo 2 vemos claramente estos símbolos que, no solamente estaban guiando y preparando el camino para el encuentro con el rey de reyes, sino que también nos sirven de mapa de ruta para nuestro propio camino en la fe.

La celebración de los Reyes Magos, como muchos los conocemos, es en realidad la celebración de la adoración a Jesús por parte de dichos reyes, quienes venían de muy lejos para encontrarse con un humilde bebé. Es importante resaltar la importancia de la naturaleza y contexto de estas personas, que solo por una profecía decidieron salir en busca de un pequeño niño; estos eran hombres que poseían muchas  riquezas, también eran astrónomos, por este hecho fue que reconocieron a la estrella de David brillando en el cielo como señal del nacimiento del hijo de Dios, en este sentido entendemos que eran hombres estudiados, conocedores y sabios, Reyes que no les hacía falta nada en la tierra; por ello, podemos entender que estos tres hombre, reconocidos históricamente como: Melchor, Baltazar y Gaspar, eran personas muy importantes en sus reinos y aun así decidieron viajar, guiados a lo desconocido, sólo seguros de su fe y la convicción que iban a ser partícipes del plan más perfecto de la humanidad. 

De esta primera parte, podemos aprender de los reyes, a pesar de tenerlo todo en la tierra, no existía en el mundo material algo más importante que la santidad y la fe en Dios; aunque se enfrentaron a un cambio repentino y desconocido, confiaron en lo que creían y sobre todo confiaban en las señales de Dios. podemos extrapolar esto a nuestras propias experiencias y nos daremos cuenta que Dios siempre nos habla, solo debemos estar dispuestos a escuchar y dejarnos guiar, aunque a veces no entendamos completamente a dónde nos lleva, tener seguro que estamos siendo llevados de su mano. 

Esta parte del relato también nos ayuda a reconocer el deseo de conocer a Jesús, y al hacer esto le honramos y le adoramos, siendo sumisos ante él pues no ha sido otro que él mismo quien intenta guiarnos diariamente a su encuentro, en el pesebre, al pie de la cruz, en la oración, en nuestras alegrías y tristezas, querer conocerlo es desear aceptarlo en todas las parte de nuestra vida.

Por otra parte, del relato de la epifanía del señor también resaltan los símbolos propios de los regalos entregados por los Magos de oriente, en Mateo 2, 11 se versa “Al entrar a la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra.” Estas ofrendas representan la naturaleza de Jesús, que es la de un hombre pero también la de un dios, por su parte el oro fue ofrecido como símbolo de su realeza, reconociendo de esta manera que Jesús es, en efecto el Rey de los Judios, Rey de quienes han decidido seguirle. En segunda instancia, le ofrecieron incienso, como símbolo de su divinidad, haciéndonos entender que ellos le conocían como el hijo de Dios. Por último, está la mirra como representación de su humanidad y la fragilidad de la misma, demostrando también la humildad de Dios mismo que se hizo hombre aunque posee realeza y divinidad.

Estas ofrendas representan aquello que los reyes estaban dispuestos a dar por Jesús al reconocerlo en su completa verdad, sin dudar ni una parte de esta. eso mismo nos pide Jesús que le ofrezcamos, lo que tenemos en nosotros para darle, los sabios no querían “quedar bien” con la sagrada familia, ellos deseaban ser reconocidos en el plan de Dios y por ello ofrecieron aquello que más significa para ellos Jesús y en este caso, realeza, divinidad y humanidad.

Al final del relato se nos deja saber que los Reyes Magos toman otro camino al terminar su encuentro con Jesús: “Luego se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes, así que regresaron a su país por otro camino.” Mt 2, 12. Además de haber demostrado su obediencia y devoción a Dios, este hecho de tomar otro camino para llegar a su hogar, también es símbolo de que una vez conocemos a Jesús debemos emprender nuevos caminos y llevarlo a otros lugares; a su vez esto también es entender que una vez conocemos a Jesús, debemos estar dispuestos a dejar nuestros planes y seguir los de Él. 

Las manifestaciones de Jesús son momentos en los que Jesús se muestra como la respuesta ante aquello que nos agobia y en ese tiempo, aquello que agobiaba al mundo. Reflexionemos sobre lo que representan estos símbolos en nuestras vidas, pensemos cuál es nuestra meta en la fe, cómo queremos renovar nuestro deseo de seguir a Jesús, que estamos dispuestos a ofrecerle y qué caminos estamos dispuestos a dejarnos guiar por el Rey de reyes.