Oración del enfermo

Señor: Bendito seas por siempre. Haz que comprendamos la sublime fuerza misionera del dolor en Cristo. Por el triunfo del amor, la pureza y la paz en el mundo, aceptamos nuestra condición de enfermos. Danos la fuerzas de sufrir en Cristo y por Cristo, con amor, lo que quieres que suframos. Concédenos a amar con El y por El a cuanto quieres que nos amemos. Recoge Señor, unida a la pasión de tu Hijo Jesús, nuestra enfermedad y dale una eficacia redentora y universal. Gracias porque mi dolor se vuelve alegría y salvación. Te pedimos que por tu Hijo por la sangre derramada en la cruz, tengas misericordia del Mundo y que des la gracia de la conversión a todos los pecadores Amén. Monseñor Valentin Reynoso, msc